Existen innumerables mitos del recién nacido. Estos mitos, muchas veces transmitidos de generación en generación, pueden generar dudas e incertidumbre en los padres primerizos. En este blog desmontaremos los mitos más comunes sobre los recién nacidos basándonos en evidencia científica, para que los cuidadores tomen decisiones informadas sobre la salud de sus pequeños.

Mito 1: “Los recién nacidos necesitan tomar agua para mantenerse hidratados”

Realidad: Durante los primeros seis meses de vida, la leche materna o la fórmula proporcionan toda el agua que un bebé necesita. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomiendan evitar el agua en este periodo, ya que puede reducir el consumo de leche y, en casos extremos, provocar intoxicación por agua.

Mito 2: “Si un bebé duerme todo el día, no está sano”

Realidad: Los recién nacidos duermen entre 16 y 20 horas al día, lo cual es completamente normal. Su cerebro está en pleno desarrollo, y el sueño es fundamental para este proceso. Si el bebé está ganando peso adecuadamente y cumple con los hitos de desarrollo, no hay de qué preocuparse.

Mito 3: “El cordón umbilical debe cubrirse con alcohol para que cicatrice más rápido”

Realidad: Estudios recientes han demostrado que mantener el área seca y limpia es suficiente para que el cordón umbilical se caiga de forma natural. El uso de alcohol puede retrasar el proceso de cicatrización. En caso de enrojecimiento, mal olor o secreción, consulte al pediatra.

Mito 4: “Si un bebé tiene hipo, está enfermo”

Realidad: El hipo en los recién nacidos es un reflejo normal del sistema digestivo en desarrollo y no es motivo de preocupación. En la mayoría de los casos, desaparece sin intervención. Si el hipo es muy frecuente o persiste durante mucho tiempo, es recomendable consultar con un pediatra.

Mito 5: “Envolver al bebé muy ajustado le ayuda a dormir mejor”

Realidad: Aunque envolver al bebé (o “swaddling”) puede ayudarle a sentirse seguro, hacerlo de manera demasiado ajustada puede aumentar el riesgo de displasia de cadera o problemas respiratorios. La técnica debe realizarse correctamente, dejando espacio para que las piernas y las caderas se muevan libremente.

Mito 6: “Si un bebé tiene manos y pies fríos, está enfermo”

Realidad: Los recién nacidos tienen un sistema circulatorio inmaduro, por lo que es común que sus manos y pies estén más fríos que el resto del cuerpo. Para saber si tienen frío, toque la nuca o el torso del bebé.

Consejos Finales para Acabar los Mitos del Recién Nacido

Es importante recordar que no todos los consejos tradicionales son erróneos, pero es fundamental contrastarlos con información basada en evidencia científica. Consulte siempre con su pediatra ante cualquier duda o inquietud sobre el cuidado de su recién nacido.

 

 

 

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