La anemia en niños es una de las mayores preocupaciones de las mamás. Cuando los peques no tienen suficiente “energía” en su sangre (hemoglobina baja), aparecen la fatiga, la palidez o las ganas de dormir a todas horas. A esto lo llamamos anemia y, aunque suena serio, la buena noticia es que se puede prevenir y tratar si se detecta pronto.

Por qué puede aparecer la anemia en niños:

La anemia infantil puede surgir, en primer lugar, cuando la alimentación es pobre en hierro y vitamina B12, por ejemplo, si el niño consume poca carne, huevo o legumbres; además, durante los periodos de crecimiento rápido su cuerpo exige más “combustible” del habitual y esas necesidades extra pueden no cubrirse; por último, las infecciones o los parásitos actúan como “ladrones” de nutrientes y terminan disminuyendo las reservas de hierro.

Señales de alerta en casa

Presta atención, porque la anemia suele mostrarse con pequeñas pistas: en primer lugar, esa palidez que notas en sus mejillas, labios o al levantar suavemente su párpado; luego, cuando tu pequeño se cansa con rapidez y, casi sin darse cuenta, pide brazos o interrumpe el juego antes de tiempo. Además, tal vez lo notes más irritable, porque un niño que se siente débil se frustra con facilidad, y, por si fuera poco, su apetito disminuye y empieza a decir “no tengo hambre” con más frecuencia. A esto se le suma que sus uñas se parten y su cabello parece más frágil de lo normal, y, para completar el cuadro, aparecen mareos o pequeños dolores de cabeza al levantarse o tras un esfuerzo ligero. Si varias de estas señales coinciden, vale la pena consultar al pediatra para asegurarse de que todo marche bien.

Tip rápido: Observa el color de las conjuntivas (parte interna del párpado), si luce muy pálida, podría ser una señal.

¿Qué puedo hacer como mamá?

 

1. Añade alimentos ricos en hierro

Carne magra, hígado (en pequeñas porciones), pollo, también hay opciones basadas en plantas como las lentejas, frijoles y espinacas acompañados de frutas ricas en vitamina c para absorber mejor el hierro.

2. Ofrece vitamina B12

Alimentos como el huevo, pescado y lácteos son buenas fuentes de vitamina B12.

3. Mantén controles de crecimiento

El pediatra pesa y mide a tu hijo en las revisiones, es importante de que las conserves por si lo atiende un médico diferente.

4. Desparasita según la indicación médica

En México, las autoridades de salud recomiendan la desparacitación rutinaria cada 6 meses en mayores de 2 años, pregunta a tu pediatra cual es la mejor opción para tú hijo.

5. Lactancia materna y papillas fortificadas

La leche materna cubre sus necesidades los primeros 6 meses, después, introduce papillas que incluyan alimentos ricos en hierro.

¿Cuándo debo ir al pediatra?

  • La palidez y el cansancio duran más de dos semanas.
  • Come poco y baja de peso.
  • Respira rápido o su corazón late muy fuerte al mínimo esfuerzo.
  • Notas que se marea, se le “va la onda” o se queda sin fuerzas para jugar.

En la consulta, el pediatra realizará el diagnóstico, y si es necesario, recetará un suplemento adecuado. ¡Nada de automedicarse! El exceso de hierro puede ser perjudicial.

Tu próximo paso

¿Tienes dudas? Agenda una revisión con nuestro equipo de Pediatría en Gesta Med, juntos cuidaremos que tu pequeño crezca fuerte y feliz.

Llama al 442 212 5965.

Nota: Este artículo es informativo y no sustituye la valoración médica personalizada. Si sospechas anemia, consulta a tu pediatra de confianza.

GestaMed

Síguenos en Instagram

Conozca más sobre nuestros servicios, novedades y promociones a través de nuestra cuenta de Instagram.

Te puede interesar: